martes, 3 de septiembre de 2013

Mi vida no tenia sentido

Mi vida ya no tiene sentido o al menos no lo tenía. Mi cuerpo seguía funcionando correcramente, casi como mi primer día de vida. Pero los latidos de mi corazón ya no tenían sentido. La sangre que corría por mis venas no era la misma. Mi cara cambió, era infeliz. Yo siempre decía que no había venido a este mundo para obedecer las reglas de los demás, sino para romperlas y crear las mías, para solo seguirlas yo. Que no había venido para seguir ñlos mismos pasos de los demás, sino para seguir por otro camino y crear mis propios pasos. Decía que por muchas barreras que haya siempre había alguna salida por algún lado. Pero a veces cuando ya estás cansado de atravesar las barreras por la misma historia, acabas triste y caes en depresión. Ves las cosas con negatividad, donde hay niños riendo tu siempre ves algún niño llorando, donde hay un sol radiante tu simpre ves la nube que lo tapa. Te cansas de todo y dudas de si merece la pena seguir viviendo. Dejas de comer, no cuidas tu salud y dejas de sonreir. Piensas que los latidos de tu corazón ya no tienen sentido e intentas dejar de vivir. Pero no eres capaz, porque realmente no quieres morir. Un día sales a la calle y por casualidad encuentras a alguien que ilumina cada momento que estás con el o ella. Te devuelve las sonrisas que tenías antes y piensas que no podrías vivir sin esa persona, y por hablar te llega la noticia de que ha sufrido un accidente y cayó en coma. Y vuelves a estar como antes te quedas sol@ porque tu familia tampoco te apoya y tus amigos te dejaron ya hace mucho tiempo `porque no aguantaban tu tristeza y no te quisieron apoyar. Vuelves a dudar de si merece la pena vivir, y esta vez no te lo piensas dos veces. El tiempo pasa, se acaba... Ya he vivido lo suficiente, no necesito más. Este no es mi lugar. De repente tocaron el timbre de la puerta principal y me encontré a la persona que hizo que mi tiempo se convirtiera en oro. Pero ya era tarde el alcohol se me subió a la cabeza y caí al suelo dandome un golpe.

Acabe consigiendo lo que quería desde hace mucho tiempo, morir. Pero no tenñia miedo, porque sabía que algo nuevo me esperaba, una vida mejor. De eso aprendí que lo que hice estuvo mal pero los pasos que voy dejando son solo míos y que a veces la vida ada sorpresas, pueden ser buenas o malas. Y nadie conoce su destino, pero todos sabemos que acabaremos en el mismo lugar y una frase que siempre tendré en cuenta: El corazón no muere cuando deja de latir, sino cuando sus latidos ya no tienen sentido.